El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | viernes, 26 de abril de 2024
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Juan Manuel Mancebo y el “greenwashing”. De lo que ERAS a lo que ERES (1ªparte)

Juan Manuel Mancebo y el “greenwashing”. De lo que ERAS a lo que ERES (1ªparte)

Hace una docena de años, concretamente, el 13 de enero de 2006, se firmó el llamado Acuerdo Marco para la Restauración de las canteras de Alhaurín de la Torre. Aquella tarde, tras más de 30 horas de negociación sin dormir, ni descansar y a cara de perro en la sede de la Delegación de la Junta de Andalucía sita en la Alameda principal, el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, las siete empresas extractivas, la Junta de Andalucía y la representación sindical de CCOO y UGT, firmaron ese acuerdo por el cual se cerraba definitivamente la explotación de 4 canteras del término municipal, abriéndoseles la posibilidad de acogerse a un Plan Especial de RESTAURACION de siete años de duración, con tres más de posible prórroga, para RESTAURAR el entorno natural deteriorado por las empresas tras cerca de treinta años de explotación ilegal por carecer de licencia. En dicho plan, se les autorizaba  a comercializar el árido sobrante de la restauración, a cambio de, levantar la huelga del sector del árido, mantener los puestos de trabajo y APORTAR obligatoriamente dos millones de euros anuales, (veinte millones en total en todo el periodo de vigencia del plan), al pueblo de la Alhaurín de la Torre representado por su Ayuntamiento.

Ese era sucintamente el compromiso y tenía un gran beneficiado; el pueblo de Alhaurín de la Torre, que mediante dicho Acuerdo conseguía: 1) Cerrar cuatro canteras y restaurar en diez años el terreno degradado. 2) Mantener los puestos de trabajo directos e indirectos (buena parte de ellos alhaurinos). 3) Asegurar el suministro de árido al sector de la construcción provincial durante diez años, en una época -año 2006- de bonanza y crecimiento y donde la construcción era la primera actividad económica del país. 4) Ingresar dos millones de euros anuales, (veinte en total) de compensación económica al municipio de Alhaurín de la Torre. De estos dos millones anuales, novecientos mil irían a una Fundación, destinados a ayudas, subvenciones a colectivos y asociaciones locales, así como a proyectos y actividades principalmente sociales y medioambientales y el resto un millón cien mil euros los gestionaría el Ayuntamiento y estarían dedicados a una serie de proyectos puntuales que se especificaban en el documento.

Ese fue el convenio. Yo tuve la suerte de estar allí en esas 30 horas históricas, como jefe de comunicación municipal, junto al alcalde, Joaquín Villanova y el concejal de medio ambiente Salvador Herrera, asistidos por los dos abogados municipales, Carlos Díaz y Juan Palma. Fue muy duro y se llegó al acuerdo negociado con una presión insoportable de los trabajadores en la calle y  un talante hosco, serio y duro de empresarios, delegados de la Junta y representantes sindicales. Ese era el clima cuando se rubricó. Fue una victoria del pueblo alhaurino a través de sus representantes, así lo reconocieron todos los medios de comunicación al día siguiente. Nosotros, salimos con escolta policial por precaución debido a la presión en la calle.

Diez meses después,  en octubre de ese año, el Pleno municipal aprobaba el Plan de Restauración que fue definitivamente refrendado por la Junta de Andalucía en marzo del 2007. Al año siguiente los canteros pagaron las dos primeras anualidades cuatro millones de euros (una anualidad por adelantado), y además, siete millones de euros más por las dos licencias municipales de restauración de las canteras de Pinos de Alhaurín y Taralpe. UNA PASTA.

En ese año también se redactaron los estatutos de la Fundación, se elevaron a públicos en notaria y en marzo de 2009, se celebró la primera Junta de patronos, en la cual se me nombró como gerente y comenzamos a trabajar. Mandamos toda la documentación al Patronato de fundaciones de la J.A. en Sevilla y nos registraron en septiembre como fundación. Como nuestros estatutos, marcan diez años de vida de la Fundación S.M. las Canteras de Alhaurín de la Torre, en septiembre de 2019, si los patronos no deciden cambio de estatutos y una prórroga, la fundación se autodisolverá mediante liquidación patrimonial.

Ayer Juan Manuel Mancebo Fuertes, concejal de…. no sé cómo se llama ahora su grupo (tiene muchas caretas el individuo), nos acusó de mentir, de dinero sucio, de falta de transparencia, de nepotismo hacia mi persona, de greenwashing, de suplantar competencias municipales y de no sé cuántas cosas más (ninguna buena). Mancebo habla con una propiedad, con un conocimiento de hechos, con una seguridad que más que manifestarse, pontifica directamente. Yo he hecho una exposición sobria, pero detallada durante cuatro años (2006-2010) de cómo se resolvió el problema de las canteras con el Acuerdo Marco y sus consecuencias y no creo quede duda que conozco el tema de sus orígenes y desarrollo desde que saltó a los foros de debate en 1997. Pero, Mancebo me asombra, principalmente porque uds. se preguntarán ¿Qué hacía Mancebo en esos cuatro años vitales del problema de las canteras? ¿A que se dedicaba? ¿Dónde adquirió esos conocimientos que narra? ¿Qué participación tuvo en los hechos? La respuesta es sencilla pero asombrosa, Mancebo trabajaba en la construcción. Si, si, no se asombren. Mancebo no era albañil ni ferralla, Juan Manuel Mancebo Fuertes junto con su padre y hermano, gestionaba una empresa conocida por Construcciones Mancebo. De verás, Mancebo se dedicaba a hacer casas, chalés y lo que les saliera, (no dudo que con absoluta legalidad, todo con IVA, seguro). Mancebo para sus obras, compraba el árido a esas empresas “ilegales y clandestinas que destrozaban el entorno y nos envenenaban con el polvo canteril que provoca cáncer de pulmón y colonorectal” como dice en su artículo, él, directamente, contribuía a mantener el chiringuito empresarial de las canteras, a darles beneficios, no compraba el árido en Córdoba o en Granada, lo compraba en Alhaurín de la Torre que le salía más barato.

En esos cuatro años de vigencia del Acuerdo Marco, de 2006 a 2010 e incluso antes de 2006 no se conoce una declaración de Mancebo, contraria a las canteras, a su actividad ilegal y clandestina, depredadora y sin escrúpulos medioambientales, ni un solo artículo de opinión condenando su actuación, (miren y remiren su blog, o sus artículos en la prensa local), ni uno solo. Es más, incluso apenas hay algún artículo relacionado con su “ecologismo apasionado de años posteriores”. Raro verdad, aunque ya suponen Uds. el motivo.

Hasta que el 26 de febrero de 2010, por primera vez en su blog, se moja con un artículo de opinión: “Impacto social y medioambiental de las canteras en Alhaurín de la Torre. Fundaciones y restauraciones”. Meses antes, su empresa había desaparecido como tantas otras, consecuencia de la crisis en el sector de la construcción. Dos meses después, el 23 de abril de 2010, Juan Manuel Mancebo anuncia su desembarco en la política de la mano de un nuevo partido local ERES y con una bandera programática, “el ecologismo” tachin, tachín. Eso sí que es greenwashing (lavado verde). Este neologismo sajón tiene una acepción muy castiza en castellano y fácilmente comprensible “ecolojeta”. El nuevo ecologista de pasado inconfesable que se vuelve más verde que el increíble Hulk comiéndose un pepino en un campo de alfalfa.

La verdad es que tonto no es. Tras los avatares de la finalizada guerra de las canteras, con la PDSS sin líder y sabiendo de la existencia de un puñado de militantes anticanteras, sin rumbo y desanimados, que votaban por inercia a IU, atraerlos era un preciado botín hacia su nuevo partido ERES, donde antes, se cuidó muy mucho de aburrir y maniobrar hasta que se fueron sus compañeros fundadores. Ufff  ¿Qué fue de tantos camaradas que abandonaron buque meses antes de las elecciones de 2011 cuando le conocieron en la cercanía del trabajo político? Se fueron tantos, que se fueron todos. Menos él.

Agitar la bandera anti canteras se sabía que tenía unos pocos centenares de votos, si los conseguía sería concejal, así que Mancebo hizo un cursillo acelerado de historia de las canteras, se atragantó de miles de artículos de uno y otro lado, sacó ideas y referencias les dio un greenwashing para ponerlos a su altura y se lanzó a la caza y captura del voto. Resultado, en mayo de 2011 salió de concejal por los pelos, por una docena de votos quitándole un escaño a IU. Ya era de la casta. Una carrera meteórica en apenas un año. Del paro de un ex constructor arruinado por la crisis a concejal ecolojeta. Ahora ya se sabe lo que ERAS pero no sabemos lo que ERES.

Habrá más en otra entrega….

(Continuará)