El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | sábado, 27 de abril de 2024
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Yo no me quejo: De las nuevas políticas de los nuevos y viejos partidos.

Personajes que no han empatado con nadie, como: Los Rufián, Torra, Revilla “el de la anchoas”, casi cualquiera de Podemos, muchos del PP y otros tantos del Psoe, todos estos son de los partidos para vivir del partido.

Yo no me quejo: De las nuevas políticas de los nuevos y viejos partidos.

En realidad no hay nuevas políticas, lo que hay es una política más burda –casi todas- más sibilina –las de unos pocos listillos, no piensen en ningún ministro- más mentirosa, las de todos y en algunos partidos más, no hay diferencias, aunque digan lo contrario. La prueba la tendremos ya, elecciones a la Junta de Andalucía. Para los que tengan curiosidad y una pequeña capacidad de análisis, se puede comprobar fácilmente que las propuestas de los partidos y las promesas de los distintos líderes no varían de un partido a otro en sus mensajes y sus promesas, salvo por algún matiz. Yo no me quejo. 

Para qué me voy a quejar. Aquí cada uno está preocupado por sus porcentajes y cuánta cuota de poder les da y para eso aplican las soflamas más surrealistas. Lo triste es que los políticos que ahora sobresalen y llegan algunos a ministros es por amiguismo y por la imagen –buena o mala-, por suerte en cualquier grupo político quedan cerebros, pero desafortunadamente sobresalen los descerebrados, solo tenemos que dar un vistazo al Parlamento a cualquiera de los parlamentos de nuestra tierra de conejos, casi tanto como campos de futbol. Aquí sobresalen los “basurillas”, podría empezar a poner una ristra de ellos, lo único que conseguiría es que me contestaran; pues anda que el de cual o tal partido y no has puesto a fulanito o a fulanita. Así que esos nombres lo dejo a los lectores y seguro que no errarán.

Es cierto que gran parte del estatus que han conseguido los “basurillas” es por culpa de la prensa, o las televisiones. Personajes que no han empatado con nadie, como: Los Rufian, Torra, Revilla “el de la anchoas”, cualquiera de Podemos, muchos del PP y otros tantos del Psoe, todos estos son de los partidos para vivir del partido. La última “catetada” de los Flintstones (Pedro y Pablo) es poner sus anagramas de partido, en un documento de la Moncloa, para presentar los presupuestos que ha hecho Pablo Iglesias. Solo les falta salir con la etiqueta de compra de la chaqueta que llevan colgando de la manga, por cierto que mal le queda a Pablo Iglesias esa prenda. Que se quejen otros, yo no lo voy hacer. 

Y el que está perdiendo el respeto de muchos españoles es el actual presidente con su opacidad, y por buscar el apoyo de forma desesperada de golpistas, nacionalistas, bilduetarras, o podemitas y sobre todo por mentir, mentir y mentir. Entre el partido socialista y el resto de partidos antes mencionado, consiguieron echar al anterior presidente con acuerdos de dar y ceder. Y hoy acusan al líder de la oposición de ser poco patriota, eso lo dice el que ha pactado con lo “mejorcito” de cada partido que quiere desmontar España.

El presidente cada día se parece más a un maniquí de escaparate, entre sus mentiras en la moción de censura –legal- cuando contó con los partidos mencionados antes, su primer compromiso era el de promocionar elecciones enseguida o antes, mentira, transparencia, el alquitrán es más transparente que el actual presidente. Solo sabe copiar las poses de los presidentes a los que visita, desde copiar los viajes de Trump, o a la niña del presidente de Canadá, meter la pata en cualquier acto protocolario que se presente, demuestra en cada evento ser un extraordinario ignorante y encima orgulloso de serlo, o dejar cualquier tema delicado en su “copresidente” Pablo Iglesias. 

No me gustan los ultras, de derechas, ni de izquierdas, ni tan siquiera los de mi equipo futbol. Aunque en España nos equivocamos en muchas ocasiones a la hora de encasillarlos en unas siglas, estos ultras están en más de un partido, pero para según quien, no son ultras, porque se necesitan sus votos para mantenerse ellos en sus asientos. Visto desde un punto cenital ¿qué diferencias hay entre VOX y Podemos? Pues tampoco me voy a quejar, de los que critiquen a estos “ultras”. 

Unos rozan el populismo y los otros desbordan el populismo, a unos los tachan de fascistas y a los otros de comunistas, no sé cuál de los dos insultos es peor, bueno, podrían llamarlos franquistas o estalinistas. Pero estos dos partidos uno con sus mareas y más marcas que en un supermercado, son las comidillas de las barra de bar y quienes han de decantar una parte de los votos a los dos partidos hegemónicos de los últimos treinta años. Sus políticas son fundamentalmente: prohibir e imponer sus ideas con sus soflamas incendiarias, nos esperan momentos divertidos en las críticas de unos a los otros, acusándose de lo mismo. Ya se quejaran, yo no.

El horizonte se está volviendo muy borroso.

Loquio, Soli Loquio