El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

Pedro Sánchez, yo solo soy un cuerpo bonito… o no

Pedro Sánchez, yo solo soy un cuerpo bonito… o no

Se ha llegado a la conclusión por parte de muchos españoles, que Pedro Sánchez solo es un cuerpo abonito –mezcla de atún y bonito-. No sé si es justa esa apreciación, o en realidad hay algo más que ese cuerpo.

Hay que reconocerle que en los dos meses que lleva en el cargo, hacer lo que se dice hacer no ha hecho mucho y ha explicado menos. Tiene que ser la Moncloa, al anterior ocupante le dio por el plasma y al actual por no hablar con la prensa y si lo hace escoge a sus periodistas preferidos. Al ocupar la Moncloa, lo primero que hizo fue el cambiar la decoración, el necesitaba más sitio, ese edificio no tenía el suficiente espacio como para albergar tanto talento e ideas como las que él tiene.

En la mitología griega Pedro Sánchez sería el Titán Atlas aquel al que Zeus castigó con cargar sobre sus hombros con el universo. Grande lo es un rato como para cargar con el universo, o una carga peor:

Cataluña y sus separatistas el presidente se lo ha cargado a sus amplios y fuertes hombros, se ha puesto las gafas “rey ban” y así no se le nota que solo está mirando a los separatistas el otro 60% de catalanes le preocupa tampoco como al “president” en funciones de Cataluña. Aguantar las peticiones de Torra y compañía no lo hace cualquiera, ejemplo: Soraya no lo aguantó y así están de crecidos los separatistas. Estos subordinados insubordinados se han sublevado y hasta le indican al Jefe del Estado, si asiste o no asiste a Barcelona, según les convenga a ellos, nuestro presidente se ha puesto como un basilisco y les ha hecho ver quien manda –no lo ha hecho, pero podría haberlo hecho-.

Postureo en el tema de la inmigración, él podría haber hecho de patera y traer unos cuantos miles de inmigrantes si se lo hubiese propuesto. No se ha echado al Mar de Albarán y con su estilo de natación libre podría acercarlos a la costa en un plis plas, no lo ha hecho por humildad. El taxi, gracias a él y a sus clara órdenes ha resuelto el problema del taxi en menos de una semana y todos encantados y ya no se prevén paros en el horizonte –hasta septiembre- y con todos estos problemillas el sigue gobernando y pisando firme, le basta con sus 84 diputados, varios Pedro Sánchez habría necesitado Leónidas en Las Termopilas y otro gallo le habría cantado a Jerjes.

Entre sus medidas más gloriosas y que todo el pueblo agradece incluido sus votantes, ha sido el ampliar el número de ministerio y su pagable aportación a reducir el paro, ha batido el record de cualquier presidente en colocar a amigos en altos cargos en la administración, con sueldos desde 130.000 a 600.000 euros, solo lo podría superar Pablo Iglesias. Ha revitalizado el CIS solo hay que ver los resultados de su primera oleada, ha conseguido que la intención de voto al Psoe sea de un ajustado 113%.

Algunos mal pensados dicen que su currículo está tan aliñado como la encuesta del CIS, seguro que será por envidia, su mente privilegiada le ha permitido escoger los ministros más idóneos para desarrollar una labor que marcará época, desde la ministra Calvo, al ministro Marlaska, aunque la mayoría de ministros no los conocemos, es más, creo que ni entre ellos se conocen, si le preguntamos a Carmen Calvo que nos diga el nombre del resto de ministros tendría dificultad para decir diez –confieso, que yo si no los busco en google tampoco soy capaz-.

Está tomando medidas y decretos leyes con anuncios de proyectos que agotan al más pintado, menos a él, el jefe de UGT sindicato afín, ha puesto en duda la mayoría de sus medidas. Lo que sí que ha sorprendido a propios y a extraños es la destitución fulminante del coronel Corbí cabeza visible de la UCO, como diría un amigo “raro, raro, raro” ¿no será por su investigación en la Comunidad valenciana?

El titán está soportando sin el menor esfuerzo y sin dar su brazo a torcer a las peticiones de Euskadi y de Cataluña sobre “de lo mío qué? Con ese porte elegante que le da su traje de “Emilio Tuchi”  y su mirada acerada les negará el traslado de presos de ETA y referéndums a Urkullu y Torra. Este presidente nos dará momentos de gloria y alegrías sin fin con sus decisiones, con sus silencios más sonoros de los últimos años y con un sinfín de posturas y posturitas. Que Dios nos pille confesado. Yo quiero creer en este presidente y en que tiene algo bueno que ofrecer, pero cada día da pruebas de lo contrario, así que no espero milagros de ese cuerpo bonito… o no.

Loquio, Soli Loquio