El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Pedro Sánchez pide empatía con su gobierno y sus rectificaciones

No es que esté a favor, o en contra de la empatía, el mantener que las cosas no son negras o blancas y admitir que hay muchos tonos de grises es lo que nos diferencia entre los adultos y los niños (aunque Iglesias piense lo contrario)

Pedro Sánchez pide empatía con su gobierno y sus rectificaciones

¿Se puede tener empatía con Sánchez y su gobierno? Yo no, y sus socios de gobierno tampoco la tienen. ¿Tienen empatía con el presidente Sánchez? Sus socios, Iglesias, Torra, Urkullu o algunos presidentes autonómicos y ministros de su partido. No parece que tengan mucha empatía. ¿Los ciudadanos de este bendito país, con más de 22.000 fallecidos han de tener empatía con Sánchez?

No es que esté a favor, o en contra de la empatía, el mantener que las cosas no son negras o blancas y admitir que hay muchos tonos de grises es lo que nos diferencia entre los adultos y los niños (aunque Iglesias piense lo contrario) el aferrarse a la empatía en esta situación, es un error que se puede volver en contra a medio plazo. Entiendo que un sector de la población sí que la tenga, y lo muestren en sus redes sociales, con sus amistades y hasta defiendan a capa y espada al presidente y sus medidas, aunque las rectifique dos o tres veces al día cada una de ellas.

A estos fans del gobierno no les importa que la culpa siempre sea de los “expertos”, de los consejeros, de las autonomías, de la OMS, o del anterior gobierno. La culpa siempre de otros, así nadie asume su culpa por los errores y nadie ha de dimitir, este gobierno no tiene la culpa de nada. Si no tienes empatía con ellos te dirán, que si tú eres más experto que estos señores, que toman la decisión de las medidas a desarrollar, asesorados por otros más expertos, que si tienen cuatro carreras, que si hablan cinco idiomas, que son doctores “honoris causa” por la universidad de Massachusetts, o que tienen una tesis doctoral por la Universidad Camilo José Cela. Las evidencias para los “empatizantes” no tienen valor, dan por sentado, que todo el que critica o discrepa es un zote, que no tiene esa capacidad necesaria para diferir del gobierno y de sus miembros y miembras.

Para ellos, las rectificaciones es cosa de sabios. Y yo no tengo tan claro que eso sea así, sobre todo, por lo que ocurre desde que cometen el error y la rectificación. Como sentenciaba Cicerón, “Humano es errar; pero solo los estúpidos perseveran en el error.” Y después están los fans del gobierno, que desde la primera semana de marzo, fueron clarividentes y regaron las redes sociales con una serie de instrucciones recibidas o copiadas, como: no es el momento de criticar al gobierno, ya habrá tiempo, no hay que hablar de política, pero no paran de hablar de política, para criticar a la oposición y lo hacen personificando en un ex presidente, un presidente de comunidad autonómica, o presidenta y si criticas a alguien del gobierno, el chorreo que te cae en la línea siguiente del tipo, y los vuestros más, lo que algunos llegan a decir de la presidenta de la comunidad de Madrid es casi preocupante y rayando el odio, no quiero creer que es porque lo está haciendo infinitamente mejor que el presidente del gobierno central, o al sorprendente presidente de la junta de Andalucía, poco criticable en esta crisis, o te encuentras cada dos por tres los grandes currículos que tienen algunos ministros y hasta el presidente.

Aunque es difícil tener empatía cuando ves la rueda de prensa del fin de semana de Sánchez. Yo quiero creer en él, en que esta vez ofrecerá soluciones, pero cada sábado o domingo da prueba de lo contrario, así que no espero maravillas escondidas en su léxico, alguien tendrá que decirle que la capacidad de hablar, no le hace más creíble. Y a más a más, cuando cinco horas después va a rectificar lo dicho. Así es imposible tener empatía con el presidente y su gobierno.

Editorial