Dime, ¿te pasa también a tí?
Muchos faltan ya de mi niñez
y noto que algo se apaga
hace tiempo, dentro de mí.
Cuéntame si tiemblan los colores,
si te invade una calidez,
que tiene algo...
Playa de octubre
serena,
de sal, plata y lumbre.
Botín de ensueño
de estío agotada
y devuelta al malagueño.
Playa de arena oscura,
tantas veces denostada,
fuerte, cercana e impura,...
Llega ya el tiempo de las granadas y las primeras lluvias…
Lo suele hacer acompañado de un aire que refresca y suaviza todo aquello que el verano, impulsivo como buen Leo, ha avasallado....
Como un atardecer
en malva y rosa ardiente,
beso suave en mi frente,
eres tú, mi niño.
Eres la risa salvaje,
ojos de mar cristalino,
brisa que aparta el malaje...
Eres los buenos días...
Regresar
al lugar en que solías
despreocuparte al sol,
y ver que todo ha cambiado,
hasta las viejas sombrillas...
Reflexionar,
verte con nuevo parasol
y renovadas tus varillas.
Volver,...
Este cuerpo mío,
que tuyo fue y será,
del que hiciste jardín
en pleno y seco estío
sigue siendo tu hogar,
refugio, lugar, fortín.
Esta carne que transformas
en cuna, trono y consuelo,...
Agua que ahoga, agua que calla,
en tierra, escoria, demonios de fragua,
contaminan la historia,
mientras mares y ríos tragan...
Agua pervertida, de almas inundada.
Tierra sin alma, tierra...
Él lleva conmigo desde 2013.
Hemos compartido un hogar cuyo número de ocupantes ha ido oscilando con el tiempo.
Juntos, hemos pasado por frío, lluvia, algún que otro granizo y largos estíos,...
El cambio de hora, cómo te atonta, ¿verdad?
Me cuentas que hace poco, de pronto, en la madrugada del sábado al domingo, a las 2 eran ya las 3. Y no sabes donde queda esa hora, dices.
Quizá...
Leo en el portal de noticias de Cadena Ser una noticia sobre la desaparición del gorrión. En una década, treinta millones de ejemplares de esta especie, lo que viene a ser una quinta parte del...
¿Qué ocurre cuando quien menos esperas tiene un detalle contigo?
Sin que medie intimidad alguna, de pronto un conocido, incluso un desconocido a veces, expande tu mundo.
De la forma más...
Puede que a veces estiren el dedo meñique, sólo cuando juegan con esas tacitas tan delicadas, pero saben agarrar lo que es suyo, beber de una cantimplora si van de excursión y comer de todo (¡hasta brócoli!). Sí, creeme.