El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Domingos de urgencia

Domingos de urgencia

Cuando los domingos no eran paseos por casa en pijama y aquel “Enfant terrible” no conocía las madrugadas  y tus besos no eran despedidas y los lunes no eran derrotas y el arte era para pintores cuyo significado desconocía, alguien me dio por imposible, cuando la música te hace libre oyes el silencio y te conviertes en espuma de cerveza ya con quince años.

La desgracia se convierte en urgencia, las charlas en anécdotas y cuando nos queremos lento concienciamos  al resto de que las banderas no sirven para nada y el amor es el fruto de la suma, la intriga y la empatía entre corazones ocultos, de ahí nace la poesía.

Nadie me legitima como ser que crea, simplemente miro tus ojos, simplemente he de decir que aún no me conozco.

Huyo en busca de rosas sin espinas y un buen despertar  a orillas del mar, busco el clima perfecto y resulta habitar en tu mirada, en un mundo aparte, en el papel, en el andén de las nostalgias, en el tren que se fue sin decir nada.

La frágil estructura de la ciudad hacen de este día más cálido, gasolina para escritores, las fragancias de tu sed convierten mis abrigos en abrazos, en buenos amigos que están para acariciar la resaca con cerveza fría a las seis de la tarde.

Lo hago cuando quiero, a la escritura me refiero, conocí el HipHop, me conquistó la poesía, ambos van de la mano, lo primero lo conservo, me acuerdo de él cuando vibran los cascos, a ti me debo, aunque me desmaye, aunque la crueldad me mate, esto es mío y te aseguro que mereció la pena, toca disfrutarlo pero no puedo, no cuidas de mí, más bien lo contrario, sangro cada cuatro estaciones.

Los Domingos de urgencia son terapia para el alma, para ti, para nadie, cosas de la vida, como tomar un café con tu mejor amiga , tropiezos, resacas, preguntas, fuego, heridas, silencios, huidas, bienvenidas, sábados noche, lunes, cristales, lágrimas, repasos, pasos, caminos, perspectivas, narrativas sin final.

Amadeo Sánchez