Hace mucho, pero que muchos años, en España hay un enfrentamiento entre las ideologías de derechas o izquierdas para demostrar quién es más honesto y bueno gobernando. Las derechas decían de las izquierdas que eran unos rojos con cuernos y rabo y las izquierdas que los de derechas eran unos señoritos y unos explotadores de la clase obrera.

El problema de las ideologías y sus ideólogos es que solo ven el árbol, y el bosque ni se paran a contemplarlo. Es el mal endémico de la historia de las dos España. En lo que llevamos de siglo XXI estas diferencias se han acentuado, por que la clase política está dejando de tener clase. En la clase política está proliferando todos los males de la sociedad, pero elevado al cubo, pero al cubo de la basura, que es donde estarían mejor las minorías que mandan a lo largo y ancho de esta España nuestra.

Empezamos el siglo con el fin de Aznar como presidente del PP y su gobierno de derechas -para mí, posiblemente los mejores ocho años de gobierno, incluidos sus claros y oscuros- Le sucedió un gobierno de izquierdas conducido por Zapatero -Psoe- -para mí, posiblemente el peor gobierno que ha tenido España en democracia, con todos sus oscuros y algún claro- Y hemos continuado con cuatro años de Rajoy y no sé, si de PP, ya lo analizaré con tiempo y en otro artículo.

En estos últimos quince años se han acentuado estas diferencias de izquierdas y derechas. Por un lado, la izquierda clásica se ha quedado obsoleta y mirándose sin entender que por su izquierda le han adelantado, sobre todo, los grupos antisistema que se han apoderado de su impronta de izquierda, con sus nuevas antiguas tesis leninistas y en muchos casos estalinistas vendiéndola como la nueva política ¿nueva? Esa política es más vieja que el fuego.

Y en estas dudas aparece Pedro Sánchez surgido de la guerra ideológica dentro del primer partido de la oposición, en la que ha estado el PSOE estos últimos cuatro años. Es cierto que venía de Zapatero y pusiesen a quien pusiesen no podía ser peor, error, eligieron a un personaje acomplejado y gritón, maleducado, pero sobre todo muy acomplejado por la historia del partido al que debía representar y en dentro de sus posibilidades regenerar.

Y cómo ya no se podía llegar a más y Pedro Sánchez quiere ser más izquierda que Podemos, el que pierde es el partido socialista y a las pruebas me remito. Ha tocado fondo con este prospecto que es Pedro Sánchez intentando ser más de izquierdas que Pablo Iglesias y lo único que ha hecho ha sido gritar como si le estuvieran pisando un callo y vociferar al mundo que él es la izquierda, pero que no ha tenido el menor empacho en poner en alcaldías y comunidades a Podemos y sus marcas, el muy simple se ha creído que así los tenía dominados y que el movería los hilos. Lo dicho, un simple de tomo y lomo que solo sabe aullar y poner posturitas.

Conociendo un poco al partido socialista y a sus barones Pedro Sánchez tiene contado sus días como secretario general. Es cierto que están en la tesitura de si se alían con Podemos, tienen los días contados, si por el contrario apoyan al partido ganador de las elecciones, el PP, sus afiliados, militancia y simpatizantes se les pondrán de uñas en una gran mayoría y si optan por abstenerse y se comportan como un partido de estado y dejan que Rajoy gobierne, saben que más pronto que tarde tendremos elecciones.

En estas últimas cuatro décadas el partido socialista ha pasado por momentos graves, pero el que ha provocado este prospecto con su odio al PP y a Rajoy lo ha dejado a las puertas de la desaparición, con esa política errática como los pasos de un borracho. Espero y deseo que el lunes los barones del PSOE le den puerta y que se marche con viento fresco.

La frase que os dejo esta vez se le puede aplicar a Pedro Sánchez pero dejo unos puntos “suspendidos”… para que el que quiera cuelgue el nombre que crea está dentro de la opinión del historiado que la escribió. “Los políticos tímidos e interesados se preocupan mucho más de la seguridad de sus puestos que de la seguridad de su país.” Thomas Macaulay (1800-1859) Historiador y político británico