No me canso de recordaros de que yo por norma  no me quejo, lo digo por si alguna vez alguien cree que lo hago. El pasado viernes 30 tuve el honor de recibir el galardón de“Amigo con Solera 2014” que otorga la “Asociación Folklorico-Cultural Solera”.A lo largo de mi vida he tenido la suerte de recibir premios y trofeos por mi actividad en el mundo del deporte, también he recibido premios y galardones por mi actividad profesional. Ninguno tan especial como el del pasado viernes, por ser amigo.

Cuando Ramón López, a la sazón presidente de la “Asociacion Folklorico-cultural Solera” me comunicó, que me habían nombrado “Amigo con Solera 2014” estaba tomando un café –como casi siempre- con Juan Carlos y Neus. Veníamos de acompañar a unos grandes amigos, que habían perdido a un ser muy querido para todos nosotros. Esa llamada me sorprendió y me removió ese punto sensible y “bizcochón” que tengo. No me podían dar una sorpresa más grande, cuando le comenté a mis acompañantes de café la llamada, se me juntaron los sentimientos de alegría y tristeza de ese café.

A los pocos días, se anunciaron los agraciados con los galardones que “Solera” entregaría. Empecé a ser consciente del significado de estos galardones, por la cantidad ingente de llamadas y mensajes que recibí, de conocidos y otros no tanto. Me reuní conmigo mismo y llegué a la conclusión de que algo estaba haciendo bien y que El Ágora era más apreciado de lo que yo creía.

El trabajo diario, más las innovaciones que estoy introduciendo en el periódico me restaban tiempo para el día D. Preferí que un amigo hablara de mi, más que usar imágenes. Atraqué a Javier de Molina y me hizo una presentación insuperable –gracias Javi- y yo a salto de mata me fui preparando la mía. Parte en la forma clásica y como me gusta a mi, escribiendo con mi inseparable bolígrafo LAMY –el de la cabecera del periódico- y yo osado de mi, hice una segunda y cuarta parte en mi tablet, ¡¡¡error!!!, mayúsculo error por fiarme de su fiabilidad.

Toda la tranquilidad que tenía hasta el viernes, se me vino abajo a la hora de agradecer a los presentes, a “Solera”, a mis amigos y familia. Mi fiel bolígrafo no me falló, pero la maldita tablet se bloqueó, pensé en estrellarla contra el suelo, pero no era plan de dar ese espectáculo y preferí dar el otro. Os confieso que tenía un punto de emoción motivado por las palabras que de mi dijo Javi, por ver en la sala la mayoría de mis amigos, por ver a esos políticos, que como dije para mí son de “carne y hueso” y algunos más carne y otros más hueso, y no me refiero a gruesos o delgados, a mi hijo Cris y Neus, me faltó Axel mi otro hijo, y Antonio.

En este punto quiero agradecer la amistad que me vienen brindando compañeros y amigos, a los que por nervio y emoción no mencioné, aunque sé que me lo disculparon… son amigos, Paloma, Natalia, María del Mar, “Itxi”, pero imperdonable fue el no mencionar a Cris y Neus y también se me olvidó nuestro alcalde presidente y diputado Joaquín Villanova. Cuando me senté, mi teléfono echaba humo recordándome el olvido al no mencionar a Cris y Neus, me conocen y no me lo tuvieron en cuenta.

Como anécdota, Joaquín Villanova al glosar los muchos y merecidos meritos de los galardonados. Me recordó lo correcto y educado que soy…y mi olvido hacia su persona –lamentable por mi parte- la cortesía y el protocolo así me lo exigía y más cuando recordó el tiempo que estuve trabajando para él “codo a codo”, aunque no hacía falta que recordara lo exigente que es como jefe, yo esa parte no la sufrí, o lo hice muy bien, o nos vimos poco. Lo que me supo mal fue, que otra vez se me colapsara el “guasap” porque muchos de los asistentes, interpretaron como un desaire hacia mi persona, que por su parte hiciera esa apreciación. Lo increíble es que se me olvidaran Cris y Neus.

Muchas gracias a todos por el cariño mostrado y yo se la doy a El Ágora que ha sido el “culpable” de este momento, que siempre recordaré. Yo no me quejo.