Hay una cosa que está muy clara, yo no acostumbro a quejarme, casi nunca sirve de nada, cómo mucho para constatar que tus quejas van a la papelera o depende del interlocutor las guarda en su cerebelo, para devolverte con creces la afrenta que has hecho al quejarte.

Desde el veinte de diciembre esto es el Kaos con k. Es increíble cómo han aflorado los egos, complejos y rencores de unos políticos que no pasaran a la historia, quizás algunos consigan llegar a la histeria y poco más. Son todos carne de olvido, el peor político de la transición, el peor preparado, era infinitamente superior a los líderes que hoy hay en los partidos que nos gobiernan.

Todos los días en las tertulias de televisión, de las radios, en las redes sociales o en los corrillos de cualquier bar; escuchas las diversas opiniones de los interesados. Interesados en defender las posturas de unos líderes políticos, que en cualquier caso lo primero que piensan es en un cargo. En la primera oportunidad que tuvo el señor Iglesias pidió cargos, carteras y sillones, este señor era el que criticaba a la casta, yo después de sus peticiones ya no sé de qué casta se quejaba, por sus peticiones no era de la casta política, algún día nos enteraremos a que casta se refería.

Nadie se atreve a decirles a los líderes que han perdido las elecciones.

Hasta el día de hoy nadie se ha atrevido en los partidos decirles a sus líderes que han perdido las elecciones, que disgusto más tonto se van a llevar el día que se enteren. Lo que sí es previsible que se tengan que poner a trabajar en convencernos de que debemos de votar otra vez, más… o menos, a finales de junio. Como no pongan caras nuevas y mensajes más coherentes esto puede ser un suplicio como la gota malaya. La nueva casta que representan los nuevos partidos y que nos venden un programa electoral, que no de gobierno, pues se la compraran los mismos que le votaron hace unos meses.

La regeneración que ofrecen los nuevos partidos y el inmovilismo de los antiguos. Ciudadanos, en Andalucía tiene un problema, Málaga la provincia que más militantes aporta, no tiene a nadie en el consejo de Andalucía y las dimisiones o expulsiones de tres componentes de Jaén, que han soltado por la boquita de todo. O el pellizco de monja que le han dado a Elías Bendodo con la amenaza de romper los pactos en Málaga si no echa al alcalde de Mijas y a su concejala, esta es la ventaja de ser llave.

Podemos, el señor Iglesias se nos ha destapado, de momento, cómo un depredador, un perdedor/ganador que se ha fagocitado a lo que quedaba de Izquierda Unida. Y del Psoe le quedan unos flecos y todo con unos escasos 42 escaños y 27 mareas mareando, con qué hay de lo mío. Los sillones y los sueldos son muy jugosos, cómo para no tenerlos en cuenta. En la última negociación ha conseguido bajar del gallinero a la platea del Congreso con la anuencia de los que en un principio dijeron que no y ahora que cómo han madurado –en una semana, más que madurar se están pudriendo- les ponen en el escaparate, al lado del desfallecido Psoe, por culpa de Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez, otro perdedor más, Los barones le han dicho por activa y por pasiva que ha perdido en las generales y en su circunscripción solo ha quedado cuarto y con esos números quiere gobernar España. Está asumiendo el programa de Podemos, con el mensaje del señor Iglesias, que le ha autorizado con un podéis utilizarlo. ¿Qué queda del Psoe después de tragarse el programa electoral de Podemos?, programa electoral, que no de gobierno. El señor Sánchez con tal de sentarse en el sillón de presidente del gobierno sabe que tiene su futuro resuelto, ¿que será del señor Sánchez si no consigue el sillón?

El señor Rajoy, un ganador que ha perdido cuatro millones de votos y un tercio de la cámara. ¿Habrá alguien en el PP que se atreva a informarle “Mariano, quiero decirte algo que a lo peor no te gusta, hemos ganado, pero poco”?.¿Qué posibilidades de formar gobierno tienen estos perdedores?. Desde mi punto de vista, ninguna, es más, si saliera un gobierno de todas las coaliciones que se están planteando, el futuro sería de un gris tirando a negro luto, que espanta y lo peor es que para junio no habrá cambiado nada. La esperanza es que dentro de cinco años tendremos los partidos menos corruptos del mundo.

Si juntamos a estos políticos, los nuevos y los no tan nuevos y los quisiéramos embarcar en “La Perla Negra” del capitán Jack Sparrow –Jacobo Gorrión- seguro que no los dejan, ellos son piratas, pero íntegros. Pero yo seguiré sin quejarme de todos estos políticos y politiquillos, que nos están dando momentos de vergüenza ajena y propia.

Esta vez no va a ser diferente y os dejo una frase de un político “curioso” y que sabe de lo que habla: “No es cierto que todos los políticos sean corruptos, sólo lo son el 90 % de ellos” H. Kissinger.