El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | viernes, 26 de abril de 2024
  • Actualizado 01:58

Yo no me quejo de un partido comprado en Ikea “Unidos Podemos”

Esta es la frase para acompañar este artículo y que viene como anillo al dedo. Una revolución es el triunfo de los ambiciosos de abajo sobre los medrosos de arriba”. Santiago Rusiñol

Yo no me quejo de un partido comprado en Ikea “Unidos Podemos”

Todos los que me conocéis sabéis que yo nunca me quejo de casi nada, es más no me quejo ni cuando me sirven un café excesivamente caliente –tampoco ocurre con frecuencia- Pero esta semana y tras unas negociaciones más duras de las que hace Florentino Pérez, cuando quiere fichar a una súper estrella para el Real Madrid –el mejor club del siglo XX y casi con seguridad del siglo XXI- Iglesias y Garzón se han ido a Ikea y se han comprado un partido político.

Yo no me quejo de los dos hoplitas, Iglesias “El Coleta” y Garzón “El Pitufo Gruñón” –es como se llaman ellos mutuamente, a mí no se me ocurriría algo tan ingenioso-. Imagino que todos sabéis quienes eran los hoplitas en la antigua Grecia –cuna de la democracia- si tenéis dudas, o queréis refrescar vuestro conocimiento de ellos, en la Wikipedia seguro que hay una buena información. Ellos eran dos de los hoplitas de Llamazares, el antiguo secretario general de IU. Se conocieron y empezó el rencor de Iglesias a Garzón, que era el preferido de Llamazares. Iglesias le tocaba hacer de chofer de Garzón cada vez que este iba al foro. Iglesias eso nunca se lo perdonó.

Hace unos meses, Iglesias, se encontraba en una posición dominante sobre Garzón y su partido, momento que aprovecho para decirle de todo y, ponerlo a ajo y perejil. Iglesias que es más listo que el hambre y un vampiro energético, ha sabido esperar y dejar que Garzón se cociera en su propio jugo. Ahora ya está en su punto y se ha fagocitado a IU, gracias a la endeblez política de Garzón y a sus ansias de llegar a algo; aunque sea ir de quinto en una lista, lamentable y penoso. No seré yo el que me queje de las decisiones de este segundón que, ha conseguido ir de quinto.

Yo no me quejo de que Iglesias como representante de Podemos se haya comprado un partido en IKEA con la complacencia de Garzón. Voy por partes; Iglesias después de dar más vueltas que los participantes de los 101 km de Ronda, ha salido con una caja con las piezas de Unidos Podemos. Tras desplegar las instrucciones se ha puesto manos a la obra para montar el mueble ¡¡¡un sillón!!! El material, un aglomerado feote y con un olor a cola –cola de pegar- que tira para atrás, recubierto de escay y goma espuma.

Instrucciones: en inglés, sueco, chino y español: Primer problema, en que idioma se ponen de acuerdo para montar el sillón progresista que han comprado; unos pidiendo las instrucciones en catalán, otros en valenciano y algunos en gallego y euskera. Como todos conocen el español se deciden por hacerlo en español. A Iglesias le brillan los ojos viendo las piezas, le brillan los ojos como a Gollum viendo el anillo del señor, por lo bajo parece que decía “mi tesoro, mi tesoro”, no es seguro, pero tampoco me extrañaría.

Este será el sillón desde el que Iglesias dirigirá a sus huestes con mano firme y coleta al viento. Gracias a su “amigo” Garzón, ha pasado de comprar un taburete a este sillón. Unidos Podemos, es la licuación de Mareas, Confluencias, Compromisos, Ahora, alguno más y lo que Garzón ha hecho con IU. Podemos y los otros están dispuestos a pasar al Psoe por la izquierda y la derecha.

¿Qué estrategia seguirán este conglomerado de siglas? Seguro que nos darán al resto de la humanidad lecciones de moral –la moral de ellos, morada- nos enseñaran y hasta demostraran que son especiales, extraordinarios, la leche –entera, semi desnatada, desnatada y con omega 3- los siete sabios de Grecia, el espíritu del 15M y el asa de un cubo. Nos convencerán de que son más socialistas que Pablo Iglesias –no confundir-, más comunistas que Lenin –tampoco confundir-, más nacionalistas que Arana –a este si se le puede confundir con algún otro padre de la patria- y que se harán referéndum hasta para decidir si se comen guisantes o judías verdes.

¿Y Garzón? Yo no me voy a quejar de este economista que no ha podido poner en práctica en la empresa privada sus amplios conocimientos de economía, si lo hace, pero a nivel particular, ha solventado la economía propia y la de su hermano, ya es un avance. No le ha importado perder su identidad en estas elecciones. Solo hay que ver cómo será la papeleta de Podemos y punto, para ver a IU hay que leer la letra pequeña –la que nadie lee-. Alguno hasta se preguntará el porqué de tanta preocupación por IU, en mi caso es la justa, la misma que tengo porque el Barcelona siga compitiendo en la liga española.

Lo que yo no tengo tan claro y a lo peor no me equivoco, es en las sumas que se han hecho Iglesias y Errejon con los votos de Podemos y los de IU más el resto de la lista. Ellos dan por sentado que dos más dos son cuatro y en política esas sumas no siempre son así, sumar dos peras y dos manzanas no son cuatro, son dos peras y dos manzanas. Ya veremos si el sorpaso/zarpazo al Psoe solo se queda en arañazo, el que sigue encantado de conocerse con todas esas peleas es el PP. 

Esta es la frase para acompañar este artículo y que viene como anillo al dedo. Una revolución es el triunfo de los ambiciosos de abajo sobre los medrosos de arriba”. Santiago Rusiñol

A Doctor