Todos el que me conoce sabe que yo por norma nunca me quejo. Hemos terminado la más que larga feria de San Juan 2014, para mi gusto le ha sobrado un día como mínimo ¿y por qué os digo esto? Pues lo digo porque no se ha cumplido el eslogan de este año “Bonita Feria” no se puede decir que esté muy trabajado o yo no he entendido el mensaje encriptado que llevaba. Me ha recordado al cartel de la Feria de Málaga, esos carteles deberían venir con un folleto explicativo del significado.

Parto de la base de que yo no soy muy de ferias ni de bullicios. En esta no me puedo quejar de lo segundo, que es la queja que han puesto los primeros, poco público y muuuy larga. Salvo la primera noche el resto de los días ha ido languideciendo, ha sido como los partidos de futbol y un equipo le va ganado a otro por seis cero y aún quedan veinte minutos para que termine el partido, veinte minutos que fueron el lunes y el martes. El martes curiosamente el día del homenajeado fue el día de menor asistencia.

El domingo una gran animación en el centro del pueblo, Kioskos donde se repartían platos con salchichón y algo más que no identifiqué, unas colas más largas que las que hay en el INEM, esas colas siempre me han sorprendido, más de uno, de diez o de veintidós cuando han conseguido su plato de embutido o el típico arroz lo mordisquean o le dan una cucharada y dejan el plato y casi todo su contenido, los más civilizados en alguna papelera cercana –que no siempre hay- los más en el escalón de la casa más cercana o simplemente lo tiran al suelo para que se alimenten los pajarillos y pisemos los resto los que no miremos al suelo.

Este punto lo hago con admiración hacia un grupo de profesionales que han mantenido el tipo como Leónidas en el paso de las Termopilas. Primero y como no soy imparcial mi enhorabuena a Carmen Doblas (SS.OO) esa mujer no sé cómo llegará por las noches a su casa, pero no me gustaría ser sus pies, ha trabajado antes, durante y después como pocos, esta concejala y su concejalía sí que me sirve como excusa para escribir… y bien. Ver a los profesionales de Torrevisión o que trabajan para Torrevisión. Con un sol de justicia, ver a Rafa o Ana Belén en la plaza San Sebastián un día sí y otro también con una sonrisa de oreja a oreja y entrevistando o preparando las entrevistas, eso no está pagado, por no hablar de los cámaras, “Franxu”, Edu y “Mariquiya” y el resto de sus compañeros ¿y qué decir de Valle y sus entrevistas? Con él tampoco soy objetivo, es un profesional como la copa de un pino, mejor persona y amigo, siempre un placer trabajar al lado de él y del resto de sus compañeros y no me olvido de Diego Soto.

Como decía al principio yo no me quejo ni de los concejales que no sirven como excusa, dan lo que dan hasta el medio día y si madrugan ni eso. Tener que ver y oír a uno de esos concejal@s quejándose a grito pelado de que le están haciendo pocas fotos, rozó lo patético, lo peripatético y lo esperpéntico, los dos que oímos esos “grititos en forma de quejio” nos quedamos a cuadros, yo más que mi compañero. No digo el sexo y no porque lo identifiquen, que desde ese momento me importa un pimiento, es porque el partido al que pertenece no se merece que lo identifiquen por ese comportamiento, por mi parte desde que le oí ese comentario quedó vetado para mi cámara, desde ese domingo su imagen no me sirve ni como excusa y no me quejo.

Como contrapartida también he de decir el trato que han tenido de amabilidad Salvador o el Hermano Mayor de “Los Moraos”, en la caseta de “Los Verdes” y no quiero que se me olviden los concejales que si me sirven como excusa para verlos en diferentes ocasiones como Brénea y sus compañeros Tania, Brénea (hija) o Javi son personas que hacen sentir. Mikaela o Ana con las que te puedes sentar y charlar de casi todo. Mancebo y su familia o Estela de una amabilidad exquisita más de una y de dos horas de charlas con ellos mientras controlan la afluencia de visitantes y amigos a las distintas casetas. Ramón, otro con el que no soy objetivo, es amigo y punto. Con él, su familia incluyendo su hermana y cuñado llegados de Valencia y amigos compartí la paella del martes, para mí la sorpresa fue que no la hizo él –estaba buena, no se me repitió- para un medio valenciano de adopción como yo, me resultó extraña ¡estaba adornada con naranjas! –ver foto- y tres horas de camaradería.

Me dio mucha pena el ver la caseta Municipal el martes cuando actuaron los grupos musicales del pueblo, había momentos en el que el número de espectadores eran veintidós, menos mal que Marina por un lado moviendo sus caderas e Isa por otro con su sempiterna sonrisa animaron un poco. Para el próximo año que se hagan mirar el programa de ferias y que no ocurra esto, que por cierto es muy fácil de solventar. También he de decir que me resultó chocante ver a Joaquín Villanova más distendido que otras veces ¿será porque durante la Feria ha sido abuelo? He de decir que le ha sentado muy bien y aprovecho para felicitarle a él, los papás y a toda la familia, que disfruten a la pequeñita con salud. De los concejales que “desaportan” hablaré próximamente, pero sin quejarme, que eso no es propio de mí, a lo peor hasta con nombres y hechos… o deshechos.

Hay quien se cree con el poder de subordinar, oprimir, obligar, discriminar, despreciar, marginar, intimidar, engañar, insultar, menospreciar, subestimar, olvidar, maltratar…, y al mismo tiempo justificarse, enorgullecerse, adinerarse, ensancharse, alegrarse, quererse, subestimarse, elevarse, creerse, pavonearse, recomendarse, perdonarse, explicarse… como algún concejal que no sirve ni como excusa.