El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Mentira, mentiras y falsedades

Lo relevante en la mentira no es nunca su contenido, sino la intencionalidad del que miente. La mentira no es algo que se oponga a la verdad, sino que se sitúa en su finalidad…”

Mentira, mentiras y falsedades

Estamos en víspera del inicio de la campaña para las votaciones del 26J ¿inicio o continuación de las del 20D? En estas se han machihembrado algunos partidos con respecto a las ´pasadas elecciones que dieron el resultado que no dieron, lo podemos dejar en incertidumbre y desasosiego para la mayoría y segunda oportunidad para los terceros. El último artículo de opinión que se publicó en El Ágora se titulaba “Yo no me quejo de un partido comprado en IKEA Unidos Podemos” Y ahora leo que se presentan como un catálogo de IKEA, no era premonición, era una evidencia.

Mentira. Los nuevos ocupantes de bastantes ayuntamientos de la piel de toro se les llenaron la boca con mensajes como estos, nosotros gobernaremos para el pueblo y por el pueblo ¡mentira!, no utilizaremos coches oficiales ¡mentira!, solo percibiremos tres veces el salario mínimo interprofesional ¡mentira! pararemos los desahucios ¡mentira! Lo sorprendente es que hace unos pocos meses todos estos gestos eran aplaudidos hasta romperse las palmas de las manos y llevaron a muchos integrantes de Podemos, o afines, a tener las varas de mando de ayuntamientos como los de Madrid, Barcelona, Zaragoza o Cádiz. ¿Qué han hecho en esos ayuntamientos en el último año?

Que sucedería si quien hubiese dicho esas soflamas fuese un partido de derechas, pongamos que hablo del PP.

Mentiras. Carmena (Podemos) iba a acabar con la pobreza y la hambruna que cabalgaba libre por las calles de Madrid, los buitres planeaban por la Gran Vía o la Castellana a la espera de poder alimentarse con los restos de los muertos por el hambre. Eso decía 24 horas antes de tomar posesión del bastón de mando y que alimentaría a todos los miles, decenas de miles, cientos de miles de muertos de hambre en Madrid por culpa de Ana Botella (PP). Transcurrida una semana resulta que su plan era el mismo que el que tenía Ana Botella.

Si la última alcaldesa de Madrid –Ana Botella- hubiese dejado escapar inversiones por importe de más de 6.000 millones de euros, con lo que representa de empleo para el pueblo, no me quiero imaginar lo que dirían Iglesias y compañía. Lo de gobernar para el pueblo y por el pueblo es que las madres limpien los colegios, más pueblo que las madres imposible, que los niños recojan las colillas en las calles –no quiero imaginarme si eso lo propone alguien de derechas- o que los vecinos denuncien a los propietarios de bares –si esto lo dice Paco de la Torre, tiene que atravesar el estrecho a nado- o que el movimiento Okupa tengan sus lugares de kulto –pagados por los ciudadanos, por ejemplo ciudadanos de Alhaurín de la Torre- o que se dé un premio, fiesta incluida, para unos premios de cine indio, con un coste de algo más de un millón de euros.

Falsedades, La prensa canalla está maltratando a Podemos y en particular a Iglesias, Errejon y Monedero. El mayor maltrato que se está haciendo con Iglesias and Company es que no los tienen en plantilla… o sí. La cantidad de horas que se pasan en los platós ya ralla con la esclavitud, tienen periódicos exclusivamente para ellos y en las radios no se quedan atrás ¡y se quejan de que la prensa canalla los maltrata! Y que si llegan al poder cerrará todas las empresas privadas y solo tendrán vigencia las públicas –las de el- . Me sorprende que los afines a Podemos y a Iglesias no pongan el grito en el cielo o critiquen un poquito a su líder por su omnipresencia en el candelero. Me sorprendió ayer que los cambios que hizo Del Bosque, de Cesc por Iniesta, no fuese Iglesias el que saltara al campo, o que Pablo Laso no lo utilice en los play off contra el Valencia en lugar de Llull. Y después se quejan de Torrevisión

A mí las declaraciones de Iglesias o Monedero pasando por Errejón quejándose de que siempre le están hablando de Venezuela ¡pero si quien más habla de Venezuela son ellos! “Kichi” también, aunque sería preferible que no hablara, para no dejar patente su desconocimiento, este alcalde se debería de preocupar en intentar cumplir alguna de las promesas de campaña, al menos una. Pero como no es del PP tiene tiempo y manga ancha para cumplir… o no.

¿Qué etiqueta se le puede poner a Podemos and Company? Imagino que los primeros seguidores y militantes –hace escasamente dos años- se estarán medicando. No queda nada de aquellos inicios, por no quedar ya no queda ni el cuello abierto de la camisa blanca de Alcampo, que lucía con un desgarbo muy natural, ahora toca corbata, como la que lleva un vendedor que se precie como uniforme. Iglesias para mi sigue siendo el mejor vendedor del arco político actual –mejor vendedor del producto, no buen político- si vemos su periplo por Venezuela, llegó como los antiguos conquistadores, a cambio de cuatro canicas y tres espejos consiguió dólares para mirar el futuro con unos ojos que le hacen chiribitas y la coleta se le pone al viento como una bandera.

A veces el árbol no nos deja ver el bosque y Venezuela es el árbol. Lo preocupante por la similitud del problema, es su afinidad con Grecia, con su presidente y el partido de gobierno, la realidad griega es la que ansía Pablo Iglesias para España. Pero de aquí al 26J seguro que Iglesias y su letra pequeña –resto de partidos que le arropan- nos darán grandes momentos y enormes titulares sobre si son comunistas, socialdemócratas o más de derechas que el PP, algo que tampoco descarto que lo digan, siempre lo que más le convenga y sin el menor empacho.

Una frase apropiada para este artículo “Lo relevante en la mentira no es nunca su contenido, sino la intencionalidad del que miente. La mentira no es algo que se oponga a la verdad, sino que se sitúa en su finalidad: en el vector que separa lo que alguien dice de lo que piensa en su acción discursiva referida a los otros. Lo decisivo es, por tanto, el perjuicio que ocasiona en el otro, sin el cual no existe la mentira”. Jackes Derrida