El Ágora de Alhaurín

  • Diario Digital | viernes, 03 de mayo de 2024
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Discurso de investidura. La primavera ha llegado al Corte Inglés

El discurso lo podría firmar Zapatero, si a Sánchez le dejan una guitarra todavía seguiría cantando el bolero con el que nos ha premiado

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
Discurso de investidura. La primavera ha llegado al Corte Inglés

Entre “nosotros y nosotras”, como ha dicho Pedro Sánchez, no estaban Charlize Therón  ni Andrés Velencoso en el desfile de vestidos o investiduras, en la presentación de la nueva colección para el Congreso. Menudo pestiño que ha soltado Sánchez durante más de una hora y media.

Los trajes que ha presentado Sánchez en la pasarela le quedaban cómo a un santo dos pistolas, primero las sisas le tiraban y segundo la cintura le apretaba. Ha exhibido el mismo terno, pero con diferentes colores: Rojo, -iglesias-, Rojo, -socialista-, Azul, -roto-, Morado, -lila- y Naranja –me voy a poner amarillo-

He tenido la ocurrencia de oírlo durante la más de hora y media que ha durado. A Pedro Sánchez le han escrito un discurso con muy poca gana, ha empezado durante media hora cómo si estuviese en una moción de censura, para continuar con otro, que era el debate de la nación, para en el último tramo hablar de sus propuestas de gobierno. Por lo oído, las carcajadas de la parte lila han dado mucho juego, tanto cómo la cara del socio naranja, que no movía un musculo.

He de reconocer que desde hace muchos años sigo con bastante interés estos discursos y este con diferencia es el peor armado. Tampoco tenía mucha esperanza de que Sánchez igualase el de los anteriores presidentes, pero tampoco tan falto de propuestas de gobierno –y mejor que no las hubiese presentado y que siguiese la línea de meterse con el presidente en funciones-. Todas las propuestas que ha hecho son incrementar el gasto y a cada propuesta mirar al grupo al que la dirigía y esperar una reacción positiva y de vez en cuando recordar el acuerdo que ha firmado con Ciudadanos.

Cuarenta y dos hojas contenían las palabras que ha leído, de ellas ha utilizado un puñado para hablar del cambio, no sé qué cambio, hasta se ha arrogado que estaba allí por hacerle un favor al rey Felipe VI, ¿nadie le ha dicho que en una sesión de investidura no hay que meter ni mentar al rey?, el discurso estaba preñado de frases hechas, vacías y sin fundamento y siempre dejando que la próxima semana nos contará más.

El discurso lo podría firmar Zapatero, si a Sánchez le dejan una guitarra todavía seguiría cantando el bolero con el que nos ha premiado. Lo que decía de sus propuestas de gastos, gastos y más gastos, ¿pero y el cómo? Como va a afrontar todos esos gastos, creo que le ha pasado como con el capítulo de la desaparición de las diputaciones, esas palabras escritas en las cuarenta y dos hojas se las ha saltado y sobre todo cuando sus compañeros de Andalucía estaban esperando esa parte, ¿Que opinará su socio naranja de ese “olvido”? A que le quita el apoyo en las votaciones.

Ha dicho Sánchez para terminar “este discurso no vale para nada”, anticipando su derrota. Pues con todo esto queda claro, que Sánchez no es Charlize ni Velencoso y tendremos que esperar que venga la primavera real y que el Corte Inglés nos presente una colección más llevadera. Y mañana Rajoy y el resto. Miedito me dan.

Esta vez Sánchez no se merece que deje una frase célebre de algún político célebre.