Aún no se sabe si tendremos terceras elecciones… o cuartas, todo dependerá del señor Sánchez y hasta ahora ha demostrado que lo suyo no es la política. Se está comportando cómo el niño caprichoso que quiere un juguete, que es de otro. Los hechos se consumaran y alguno de los cuatro será “crucificado” o los cuatro.

Tranquilos, no voy a ponerme intenso, estos cuatro prohombres no se lo merecen y el que menos… el que ustedes quieran de los cuatro.  Y los otros 346 inapreciables personajes de la cámara, aún menos. Estos cuatro personajes la están liando parda por, no saber qué hacer con los votos que graciosamente les hemos prestado todos los que fuimos con la esperanza de mejorar un poco, solo un poco. Yo creo que si repaso las profecías de Nostradamus, lo que nos está sucediendo, tiene que estar entre las diez más catastróficas que nos regaló este profeta, para eso era profeta y las catástrofes era lo que mejor trabajaba.

Los cuatro prohombres que nos está tocando sufrir, cuando los veo y hasta los oigo en el púlpito del Congreso, regodeándose de su supuesta superioridad moral, me entran las siete cosas por el cuerpo. Y los otros 346 calentadores de sillas de cuero ¿no sienten o padecen? Pues por lo visto no. De los dos partidos clásicos lo puedo entender, tienen esa disciplina de partido que se pueden tragar un sapo o un erizo sin pestañear. De los que nos han vendido que venían hacer nueva política ¿nueva política? Pero si hasta esa frase es vieja y arcaica como ellos.

Estos cuatro prohombres están caminando por el delgado hilo del fracaso, con la total seguridad de llegar al ridículo final. Avaricia, soberbia, ira y pereza.  Estas son sus señas de identidad. ¡¡¡No, no y no es no!!! Ese es el mensaje de Pedro Sánchez ¿y que hay detrás de esos noes… y delante? En el horizonte solo se ve terceras elecciones, cuartas o quintas

Albert Rivera se ha creído que es el cirineo que acompañó a Jesús. ¿Qué Pedro Sánchez lleva la cruz de formar gobierno?, pues él se agarra al tablón y hace el camino del Gólgota y cómo no tuvo bastante una vez, se vuelve a prestar a tirar del tablón, pero esta última vez, con Rajoy. Con el mismo éxito, agua. Estos personajes me recuerdan a los de la genial película de los “Monty Python” “La vida de Brian” incluyendo a Pablo Iglesias como líder de los revolucionarios, así ya tenemos al elenco al completo. Por supuesto que estos cuatro personajes no tienen ni pizca de gracia en comparación con los John Cleese o ‎Terry Gilliam.

Manuela Carmena considera un emprendimiento el saltar la valla de Melilla

La alcaldesa de Madrid ha hecho una comparación muy sui generis, no sé si es por la proximidad de las olimpiadas de Brasil. Manuela Carmena, ha celebrado que más de cien personas lograran saltar la pasada semana la valla que separa Melilla de Marruecos: "Son los mejores, los más valientes". ¿…? y apostilló "Nosotros queremos que vengan con nosotros y lo queremos de verdad, queridos amigos, porque son los mejores, los más valientes, los que en un momento están dispuestos a hacer lo que hacéis vosotros, emprendimiento social" Esto lo dijo en una rueda de prensa en la presentación del festival de cine internacional Cañada Real.

Si la alcaldesa considera que lo que hacen los que saltan la valla es emprendimiento social, entonces lo que están en el otro lado de la valla, las fuerzas de seguridad del estado, ¿es prendimiento social? Los más fuertes y valientes, tienen que serlo para atravesar medio continente africano, los más débiles se tienen que quedar en sus países, seguramente no tendrán lo que las mafias exigen para transportarlo. Estos débiles parece que no son del interés de Carmena, por lo menos en este momento. Solo los más fuertes.

Y cuando estos 100, que son los mejores y los más valientes, estén por la Gran Vía de Madrid y le pidan dinero, casa, trabajo y sanidad ¿Qué postura tomará? ¿Más manteros? ¿O que hará cuando se tengan que ir a la puerta de los Mercadonas a pedir alimentos o un euro para comer? Si eso es lo que ella considera emprendimiento, no me extraña que tenga Madrid como un estercolero. Ella se queja de la hambruna que tienen los niños en Madrid, de la pobreza casi venezolana que tienen los madrileños. ¿Lo madrileños no son fuertes ni valientes?

La demagogia que aplican a su forma de gobernar acabará más pronto que tarde con todos estos “nuevos políticos”.

Como siempre os dejo una frase de un personaje histórico. Decía Abraham Lincoln “La demagogia es la capacidad de vestir las ideas menores con las palabras mayores” El no conoció a Pablo Iglesias o Pedro Sanchez.

A. Doctor