El perro lleva muchísimo tiempo siendo el mejor amigo del hombre. Fue, probablemente, el primer animal en ser domesticado; ha acompañado al ser humano durante unos 10.000 años y es el compañero más fiel que se puede tener.

Muchos trabajan cuidando el ganado, facilitando la labor de los pastores. Otros trabajan en lugares públicos o haciendo compañía a los vigilantes en sus rondas. Los perros bomberos son entrenados para localizar personas en catástrofes y los perros policía trabajan en funciones de detección de drogas y explosivos así como labores de defensa y ataque.

Los perros, también pueden detectar enfermedades. La medicina comenzó a tomar en serio a los perros como método de diagnóstico a partir de 1989. Desde entonces, muchos doctores comienzan a investigar esta línea y hoy sabemos que la altísima precisión de los cientos de receptores olfativos que tienen nuestros mejores amigos, hace posible detectar ciertos tipos cáncer y predecir cómo estará nuestro nivel de azúcar con 20 minutos de antelación.

Los perros-guía, adiestrados y educados para ser los ojos de los invidentes y los PEPOS, ¿los PEPOS?: Perros de Protección de víctimas de violencia de género.

Una veintena de mujeres en toda España ya están acreditadas con su perro de protección; su escolta personal. Con un fortísimo instinto de protección, de corte sociable y de gran tamaño, son adiestrados y especialmente entrenados para identificar una posible agresión y actuar rápidamente para paralizar al atacante. Éstos “héroes peludos”, cuya única misión en su vida será proteger y regalar cariño, establecen un efecto disuasorio contra el agresor y protegen constantemente a su ama.

El seminario sobre la protección de víctimas de Violencia de Género tuvo lugar este fin de semana en Alhaurín de la Torre e Incluyó cinco ponencias específicas, testimonios directos y exhibiciones caninas.

La iniciativa de traer este seminario a Málaga tras la exitosa experiencia en la Comunidad de Madrid, llegaba gracias al impulso de la Asociación de Mujeres por Alhaurín de la Torre (AMAT) y a labor que realiza en la capital de España la Fundación Ángel Mariscal.

Las horas de formación oficial que recibe la dueña, no solamente sirven para que aprenda a guiar a su can y reciba las homologaciones necesarias para poder llevar un perro de estas características. Con la convivencia y el trabajo, se crea un vínculo de confianza, protección y amistad entre víctima y mascota que sería vital en caso de ataque o aparición repentina del maltratador en el tiempo que transcurriera hasta la llegada de la Policía.

Amplio reportaje fotográfico: Seminario sobre la "Protección de víctimas de Violencia de Género”