Alhaurín de la Torre viaja este fin de semana en el tiempo de la mano de la quinta edición de la Villa Medieval, el festival organizado por el Área de Turismo y Fiestas del Ayuntamiento que vivió ayer tarde su inauguración por todo lo alto en una jornada de cultura, gastronomía y mucho colorido. Miles de personas abarrotaron el centro urbano del municipio en este gran homenaje a las distintas civilizaciones que han pasado por estas tierras, y que se prolongará durante todo el fin de semana con más de 150 actividades, incluyendo zocos árabes, talleres artesanales, zona infantil y, por supuesto, música y baile.

Alhaurinos y turistas venidos de toda la provincia y otros municipios pudieron disfrutar en este primer día de las numerosas citas del programa, como la visita de El Fauno o el gigante malabarista. En la plaza de la Concepción (Iglesia) se organizó una exhibición de cetrería con varias aves, así como un teatro de títeres. A lo largo de la calle Málaga se desplegaron puestos de todo tipo: venta de figuras y telas, artesanos, comida, 'henna', tatoos y un largo etcétera. Como es habitual, en la plaza San Sebastián tuvo lugar un pequeño acto de inauguración en el que el alcalde, Joaquín Villanova, acompañado de otros concejales del equipo de gobierno, cortó la banda inaugural, repartiendo trozos de la misma entre los asistentes a modo de recuerdo.

Tras un pequeño paseo por los puestos, bajaron al Parque Municipal para proceder a una pequeña intervención por parte del regidor y el concejal de Turismo y Fiestas, Mario Perez, previa a las actuaciones y espectáculos de la noche sobre el escenario, que comenzaron con los bufones y siguieron con la agrupación de Raíces y Horizontes, que deleitó al publico con un romance y una jota. Después tuvo lugar la del grupo 'A compás', de la Escuela de Baile Solera, muy aplaudida también por los presentes que llenaron el parque. Tras un pequeño descanso durante el cual aumentó todavía más el número de espectadores, salió el artista flamenco 'Tijeritas'. El público, entregado, le dédico un fuerte aplauso y se dispuso a disfrutar de sus éxitos de toda la vida, con canciones como 'Me lo puso Camarón' o 'Diki, diki'.