El Museo de Nerja, dependiente de la Fundación Cueva de Nerja, ha incorporado a sus fondos el martillo con el que se accedió por primera vez a la Cueva de Nerja hace más de 57 años, una pieza clave para el desarrollo del municipio que ha sido cedido al espacio expositivo por los propios descubridores de la gruta.  

De este modo, el mazo que utilizaron aquellos jóvenes el 12 de enero de 1959 para romper la estalactita que impedía el paso al interior de la Cueva ha pasado a formar parte de la colección permanente del Museo nerjeño, donde será expuesto como el elemento que permitió abrir el acceso desde el denominado Conducto del Descubrimiento hasta la Sala de la Cascada.

La cesión del martillo, que se hallaba en posesión de Miguel Muñoz, ha sido escenificada en un emotivo encuentro en el que han estado presentes los cuatro descubridores vivos –los hermanos Manuel y Miguel Muñoz, José Torres y Francisco Navas-, mientras que Rubén Barbero ha acudido en representación de su padre, José Luis Barbero, ya fallecido, quien fuera otro de los jóvenes en adentrarse en la cavidad.

El acto, en el que han estado acompañados por el director del Museo de Nerja, Juan Bautista Salado, y el técnico Antonio Montesino, ha servido igualmente para poner de manifiesto el proyecto de reforma museográfica que aborda el espacio expositivo, el cual pretende adaptar los contenidos para reflejar las distintas fases históricas de la localidad axárquica.

Por ello, este elemento, que ha resultado fundamental para el desarrollo del municipio de Nerja y para el patrimonio natural, histórico y cultural de nuestro país, será exhibido junto a otros pertenecientes a los primeros años de actividad de la Cueva dentro de la sección dedicada a su descubrimiento.

Con este gesto también se pretende realizar una llamada de atención tanto a los vecinos como a aquellas personas que estén vinculadas con Nerja para que se animen a donar o ceder cualquier pieza o documento que, como éste, pueda ilustrar la historia del municipio.